El psicoanálisis ¿cura ?
Haciendo alusión al concepto
de terapia psicoanalítica, el psicoanálisis cura, siempre y cuando pongamos en
cuestión lo que eso significa. Freud desarrolló
el psicoanálisis como algo capaz de lograr que un sujeto cambiase una
existencia miserable por una infelicidad admisible, pero nunca consideró que el fin del
análisis consistía en curar en el sentido médico del término,es decir, de devolverle
al paciente la salud, puesto que primero deberíamos entrar en el debate de “en
qué consiste el concepto de salud – bienestar – normalidad “
Esta, es una de las divergencias entre el psicoanálisis y la psicología.
Se trata de conocer algo
sobre nuestro inconsciente, asumir lo que sentimos realmente y desprendernos de
la ingenuidad que nos hace creer que nuestro malestar depende de condiciones
que son ajenas a nosotros mismos. Craso error. Pero sobre todo, deberemos aceptar
que una parte del sufrimiento que padecemos, forma parte de “la cura” y el
progreso de las sesiones.
El psicoanálisis no promueve
la idea de que al final del camino nos espera la armonía o la felicidad eterna, sino
un modo diferente de habitar el desamparo, la soledad, de verlo desde otro
lado. Por
supuesto, quiero dejar bien claro que esto no está reñido con el hecho de que
un psicoanálisis debe aportar efectos terapéuticos que se traduzcan en un
alivio sustancial a muchos de los síntomas que irrumpen la vida de una persona. Pero partiendo de la base
de que jamás alcanzaremos un equilibrio que no solo es imposible por definición
(el conflicto interno es ineliminable) sino que supondría la disolución de lo
que hace de un sujeto algo único, irrepetible.
Lacan, a lo largo de sus textos albergaba la idea de que “La
curación analítica es el resultado de una experiencia, una experiencia en la
que la elaboración de saber no es un simple medio para lograr un fin, sino que
es ya un fin en sí mismo”. Someterse a análisis, por ende, es ya una
cura en sí mismo.
El psicoanálisis es una
praxis, no una filosofía, y sólo perdura
en tanto existen analistas que se formen en el diván.
Después de tantos años, el
éxito del psicoanálisis, es por encima de todo, su supervivencia. Una
supervivencia conseguida a raíz de que continúa fabricando psicoanalistas,
psicoanalistas que además,deben ellos
mismos curarse definitivamente de algo: del deseo de curar.
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