miércoles, 16 de abril de 2014

El  psicoanálisis ¿cura ?

Haciendo alusión al concepto de terapia psicoanalítica, el psicoanálisis cura, siempre y cuando pongamos en cuestión lo que eso significa. Freud desarrolló el psicoanálisis como algo capaz de lograr que un sujeto cambiase una existencia miserable por una infelicidad admisible, pero nunca consideró que el fin del análisis consistía en curar en el sentido médico del término,es decir, de devolverle al paciente la salud, puesto que primero deberíamos entrar en el debate de “en qué consiste el concepto de salud – bienestar – normalidad “

Esta, es una de las divergencias entre el psicoanálisis y  la psicología.

Se trata de conocer algo sobre nuestro inconsciente, asumir lo que sentimos realmente y desprendernos de la ingenuidad que nos hace creer que nuestro malestar depende de condiciones que son ajenas a nosotros mismos. Craso error. Pero sobre todo, deberemos aceptar que una parte del sufrimiento que padecemos, forma parte de “la cura” y el progreso de las sesiones.
El psicoanálisis no promueve la idea de que al final del camino nos espera la armonía  o la felicidad eterna, sino un modo diferente de habitar el desamparo, la soledad, de verlo desde otro lado. Por supuesto, quiero dejar bien claro que esto no está reñido con el hecho de que un psicoanálisis debe aportar efectos terapéuticos que se traduzcan en un alivio sustancial a muchos de los síntomas que irrumpen  la vida de una persona. Pero partiendo de la base de que jamás alcanzaremos un equilibrio que no solo es imposible por definición (el conflicto interno es ineliminable) sino que supondría la disolución de lo que hace de un sujeto algo único, irrepetible.

Lacan, a lo largo de  sus textos albergaba la idea de que “La curación analítica es el resultado de una experiencia, una experiencia en la que la elaboración de saber no es un simple medio para lograr un fin, sino que es ya un fin en sí mismo”. Someterse a análisis, por ende, es ya una cura en sí mismo.


El psicoanálisis es una praxis, no una filosofía,  y sólo perdura en tanto existen analistas que se formen  en el diván.

Después de tantos años, el éxito del psicoanálisis, es por encima de todo, su supervivencia. Una supervivencia conseguida a raíz de que continúa fabricando psicoanalistas, psicoanalistas que además,deben ellos mismos curarse definitivamente de algo: del deseo de curar.


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